Con el mundial ya en Europa y a las puertas de celebrarse un nuevo G.P. de España, retomo los artículos que comence (tarde) el año pasado, repasando como fue cada G.P. hace 30 años. ¿Y por qué de hace 30 años? porque son de los que conservo mayor documentación.
Después del grave accidente que protagonizaron Rolf Stommelen y Carlos Pace, el año 1975 en el circuito de Montjuich, con el triste resultado de cinco personas muertas, una docena de heridos y Stommelen con siete fracturas en brazos, piernas y costillas, el G.P. de España pasó a celebrarse siempre en el circuito del Jarama.
En 30 de Mayo de 1980 se iba a celebrar aquí por quinto año consecutivo, pero las cosas no saldrían como se esperaba, o quizás si lo esperaban algunos.
Por esos años, Jean Marie Balestre dirigía la FISA (Féderation Internationale du Sports Automobile) organismo creado por la FIA para que, de forma independiente, llevase la administración del deporte del automóvil en todo el mundo, así como vigilar la aplicación de los reglamentos de los campeonatos de su responsabilidad.
Por otra parte estaba la FOCA (Formula One Constructor’s Association), que agrupa a los equipos de Fórmula 1 pero en la que, con la salvedad de Ligier, no están inscritos los grandes constructores como Ferrari, Alfa Romero y Renault. Su presidente era Bernie Ecclestone propietario del equipo Brabham. Su excelente capacidad de gestión le convirtió primero en secretario y luego en presidente.
Ecclestone tenía la idea de que los propietarios de los equipos son los que ponen coches y pilotos y deben ser los que marquen las condiciones económicas, quería que la Fórmula 1 se convirtiera en un gran espectáculo, generador de mucho dinero y donde los derechos de televisión empiezan a tener un gran protagonismo. Utilizando a la FOCA como instrumento, y contando con la ayuda del abogado Max Mosley (uno de los fundadores del equipo March) Ecclestone llega a acuerdos puntales con propietarios de circuitos a espaldas de la FISA, que va perdiendo el control sobre carreras que, teóricamente, debería controlar. La guerra entre Balestre y Ecclestone tenía que llegar.
Este conflicto protagonizó varias escaramuzas y pequeñas batallas, que al final estallaron en el año 1980 cuando la FISA publicó el reglamento para 1981 y donde, como cambio más importante destacaba la eliminación de las faldillas móviles. La FOCA, en total desacuerdo con los cambios propuestos, publicó su propio reglamento y dio un golpe de mano en el G.P. de Bélgica, prohibiendo a sus pilotos asistir al “briefing” que organizaba la FISA antes de la carrera. Como consecuencia a esto, los pilotos fueron multados por Balestre, pero las multas nunca fueron abonadas. La división de la Fórmula 1 en dos campeonatos se palpaba en el ambiente.
La crisis alcanzó la cima cuando solo fueron autorizados a rodar en el Jarama los pilotos en regla con la FISA.
El Gran Premio de España se celebraba bajo la tutela del RACE, entidad que tenía contratos comerciales firmados con la FOCA que, amparándose en eso, exigió que se abriera la pista a sus coches. El RACE se hizo cargo de la situación, al no poder hacer nada al respecto la Federación Española que se quitó del medio. La FISA hizo saber que la prueba no sería puntuable para su campeonato y Ferrari, Renault y Alfa Romero retiraron sus coches e hicieron las maletas.
La prueba la ganó Alan Jones con Williams pero, por supuesto, no marcó ningún punto para el campeonato.
Esta guerra FISA-FOCA, terminó en 1981 con los Acuerdos de la Concordia, donde se estableció el reparto de poderes. La FISA conservaba exclusivamente el control deportivo y reglamentario. En 1991 Max Mosley es elegido como cabeza de la FISA y en 1993 de la FIA produciéndose una gran reforma, donde la FISA desapareció quedando absorbida por la FIA. Bernie Ecclestone siguió con su trayectoria ascendente hasta llegar a ser lo que es ahora, y pasando de ser el mayor defensor de los equipos, a negarles muchas veces el pan y la sal.
En 30 de Mayo de 1980 se iba a celebrar aquí por quinto año consecutivo, pero las cosas no saldrían como se esperaba, o quizás si lo esperaban algunos.
Por esos años, Jean Marie Balestre dirigía la FISA (Féderation Internationale du Sports Automobile) organismo creado por la FIA para que, de forma independiente, llevase la administración del deporte del automóvil en todo el mundo, así como vigilar la aplicación de los reglamentos de los campeonatos de su responsabilidad.
Por otra parte estaba la FOCA (Formula One Constructor’s Association), que agrupa a los equipos de Fórmula 1 pero en la que, con la salvedad de Ligier, no están inscritos los grandes constructores como Ferrari, Alfa Romero y Renault. Su presidente era Bernie Ecclestone propietario del equipo Brabham. Su excelente capacidad de gestión le convirtió primero en secretario y luego en presidente.
Ecclestone tenía la idea de que los propietarios de los equipos son los que ponen coches y pilotos y deben ser los que marquen las condiciones económicas, quería que la Fórmula 1 se convirtiera en un gran espectáculo, generador de mucho dinero y donde los derechos de televisión empiezan a tener un gran protagonismo. Utilizando a la FOCA como instrumento, y contando con la ayuda del abogado Max Mosley (uno de los fundadores del equipo March) Ecclestone llega a acuerdos puntales con propietarios de circuitos a espaldas de la FISA, que va perdiendo el control sobre carreras que, teóricamente, debería controlar. La guerra entre Balestre y Ecclestone tenía que llegar.
Este conflicto protagonizó varias escaramuzas y pequeñas batallas, que al final estallaron en el año 1980 cuando la FISA publicó el reglamento para 1981 y donde, como cambio más importante destacaba la eliminación de las faldillas móviles. La FOCA, en total desacuerdo con los cambios propuestos, publicó su propio reglamento y dio un golpe de mano en el G.P. de Bélgica, prohibiendo a sus pilotos asistir al “briefing” que organizaba la FISA antes de la carrera. Como consecuencia a esto, los pilotos fueron multados por Balestre, pero las multas nunca fueron abonadas. La división de la Fórmula 1 en dos campeonatos se palpaba en el ambiente.
La crisis alcanzó la cima cuando solo fueron autorizados a rodar en el Jarama los pilotos en regla con la FISA.
El Gran Premio de España se celebraba bajo la tutela del RACE, entidad que tenía contratos comerciales firmados con la FOCA que, amparándose en eso, exigió que se abriera la pista a sus coches. El RACE se hizo cargo de la situación, al no poder hacer nada al respecto la Federación Española que se quitó del medio. La FISA hizo saber que la prueba no sería puntuable para su campeonato y Ferrari, Renault y Alfa Romero retiraron sus coches e hicieron las maletas.
La prueba la ganó Alan Jones con Williams pero, por supuesto, no marcó ningún punto para el campeonato.
Esta guerra FISA-FOCA, terminó en 1981 con los Acuerdos de la Concordia, donde se estableció el reparto de poderes. La FISA conservaba exclusivamente el control deportivo y reglamentario. En 1991 Max Mosley es elegido como cabeza de la FISA y en 1993 de la FIA produciéndose una gran reforma, donde la FISA desapareció quedando absorbida por la FIA. Bernie Ecclestone siguió con su trayectoria ascendente hasta llegar a ser lo que es ahora, y pasando de ser el mayor defensor de los equipos, a negarles muchas veces el pan y la sal.
7 comentarios:
Hola!
Yo tengo muchas ganas de que llegue este gran premio!!
Nos vemos,
Ricard
Que ganas de verlo, muy bueno tú artículo. Saludos
¿Cómo es posible que 30 años después sigamos hablando de Mosley y Ecclestone? ¿Cómo es posible que Mosley haya conseguido dejar a un tirano como Balestre a la altura de un demócrata?
*RICARD: Ya queda menos, por fin llega Europa.
*MÁGICA: Yo también tengo ganas, una vez que empieza, lo parones largos me mosquean.
*J.ARCE: Efectivamente, yo estaba hasta allí mismo de Balestre y lo otro, parecía aire fresco, pero anda que...
Un saludo a tod@s
Buenas fiti otro gran artículo histórico que me aclara cosas respecto porque la FIA tiene el control absoluto de todo menos de la elección de los circuitos que la hace tio Bernie.
Tranquilos porque Todt es un hombre de F1 y de Rallies y creo que lo va a hacer muy bien en todos los puntos.
Espero...
Damosle un par de temporadas.
Gracias Antuan, ya sé que te gustan estos artículos. En cuanto a Todt, yo le estoy concediendo el beneficio de la duda, sobre todo con los rallies, que falta hace. No obstante todos han empezado más o menos bien, y luego se han ido prostituyendo con el paso del tiempo, espero que en esta ocasión no sea así.
Un saludo.
Al menos parece que con Todt hay un buen dialogo con la FOTA.
Yo solo pido coherencia y seriedad, nada de dictadores Balestres y sados Mad Max.
Un saludo.
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